Conoce tus limites, disfruta la noche...
Si buscas
hosting web,
dominios web,
correos empresariales o
crear páginas web gratis,
ingresa a
PaginaMX
Por otro lado, si buscas crear códigos qr online ingresa al Creador de Códigos QR más potente que existe
Investigación Etnográfica
En los últimos años se ve con más frecuencia a menores con problemas de adicción; el alcohol, de la mano del tabaco – y seguido de cerca por otras sustancias adictivas-, se consume entre los jóvenes en México cada vez iniciando a menor edad (12 a 14 años). Ellos aceptan que toman por convivir, por el efecto placentero del sabor y la sensación que produce; lo hacen en reuniones, en sus coches etc… ¿Pero en realidad sabemos porque toman los jóvenes? Podemos reflexionar de distintas maneras la respuesta a esta pregunta. Podríamos argumentar que México tiene un historial alcohólico cultural en donde se brinda por cualquier ocasión y se ve totalmente normal o cotidiano. Agregándole que todo el contexto se da para que los jóvenes tomen, ya que existen ofertas de bebidas alcohólicas a pocos pasos de las escuelas y universidades, en fiestas, en centros nocturnos y hasta en casa. También hay flexibilidad por parte de los padres y los medios y la publicidad también están siempre presentes haciendo que el tomar sea cada vez más atractivo, normal y fácil para un joven.
En México los motivos que los jóvenes expresan para consumir alcohol varían de acuerdo a la edad: los adolescentes, por ejemplo, dicen que en un 71% lo hacen por convivir. Los jóvenes estudiantes de licenciatura señalan en 31% que lo que buscan es el efecto placentero del sabor y la sensación producida por el alcohol. En cuanto a la edad de los adolescentes, se observa que el porcentaje de consumidores de 14 años o menos, es casi la mitad en relación con los que tienen 18 años o más.
Por otro lado, si hablamos de alcoholismo el joven cree que ya son palabras mayores, del vagabundo de la esquina pero nunca de él o ella o alguien de sus amigos. El título suena muy fuerte y si les hablamos de eso creen que ellos no son el público objetivo. Pero la realidad es que existen alcohólicos en grandes cantidades entre los jóvenes mexicanos porque beber más de cuatro copas en cada ocasión en caso de ser hombre, y más de tres copas en caso de ser mujer, es señal de que no se tiene control con el alcohol y que hay ya un problema de alcoholismo.
Nos hemos dado cuenta que muchos jóvenes creen que el auto control se refiere a dejar de beber de domingo a jueves, pero sí en fines de semana que es más aceptado socialmente. El autocontrol esta en cada ocasión, el no sobrepasar el límite de copas y no ser “borrachos explosivos” que toman mucho en poco tiempo. La juventud de hoy si ya ha decidido tomar debe aprender a tomar en horas fraccionadas.
La tendencia de los jóvenes que beben sigue aumentando, tanto en hombres como en mujeres, y nosotras entendemos la situación ya que somos parte de ella, somos alumnas de la UIA y nos ha tocado tener experiencias tanto buenas como malas acerca del alcohol en jóvenes. Como jóvenes hemos estado rodeados siempre de campañas en contra del alcohol, mensajes que dicen que no tomes o te vas a morir, que no tomes y manejes etc, sin embargo creemos que es algo que los jóvenes ya lo saben y sin embargo siguen tomando e incluso siguen manejando. Nosotras creemos que para nuestra comunidad el mensaje inicial adecuado es que "El método no está en dejar de beber, sino en saber tomar y si se decide hacerlo, hacerlo con responsabilidad.”
Después de realizar una encuesta a los recién ingresados de la UIA se obtuvieron los siguientes resultados en cuanto al alcoholismo. A diferencia del bajo consumo de tabaco, el 84% ingirió alguna bebida alcohólica en el último mes con una regularidad de una vez a la semana (29.5%), dos o tres veces por semana (22%) y otros una vez a la quincena (17%). La intensidad de la ingesta, calculada por el número de veces que en el último mes bebieron más de cinco tragos por ocasión de consumo, fue de un día (17.5%), dos (10%) y entre tres y cinco días (17.5%); el 43% no consumió con esa intensidad en ninguna ocasión durante el último mes.
El 8% de los estudiantes de primer ingreso se subió a un coche en el cual el conductor estaba en estado de ebriedad durante el último mes y el 5% manejó en ese estado durante el mismo periodo de tiempo. El 3% señala que vive con algún familiar con problemas de alcoholismo.
Estos resultados resaltan la problemática que queremos abordar, podemos darnos cuenta que dentro de nuestra comunidad la mayoría tiene una alta frecuencia de consumo del alcohol, es por eso que creemos importante concientizar a estos jóvenes a tomar pero con moderación.
Creemos que en nuestra comunidad universitaria se ha expuesto de manera abierta y liberal el problema, podemos recordar que se han hecho ya varias campañas, platicas foros de discusión y conferencias a lo lago de los años, sin embargo opinamos como alumnas y parte de esta comunidad que no hay un seguimiento al tema. Son campañas esporádicas y con poca difusión. Creemos que deberían ser más constantes para que todos los alumnos se enteren y no solo unos cuantos.
Nosotras recordamos mucho la campaña de los autos chocados dentro de la UIA y hemos escuchado incluso de gente fuera de la comunidad que se entero. Creemos que fue una manera muy impactante de comunicar un mensaje y es por eso que es recordado, sin embargo debemos admitir que ni nosotras ni nuestros compañeros hemos acudido a informarnos o participar en algo relacionado del tema. Ni siquiera sabíamos cómo o en dónde solicita ayuda dentro de la universidad. Esto está mal, ya que alguien que necesita ayuda ni siquiera sabe que puede ir a su propia Universidad.
Estamos de acuerdo que al final del día la responsabilidad por beber en exceso y padecer sus graves consecuencias es de los jóvenes, pero creemos que esta responsabilidad es compartida con los padres de familia, ya que son ellos los primeros que deben educarlos e informarlos sobre el tema.
El rol que toman los padres sobre este asunto será primordial en el comportamiento que tengas los hijos. Existe el típico ´prefiero que tomes en la casa que en la calle´ y ´dale de tomar para que aprenda´, por parte de los padres lo cual no llevaran a nada bueno. La prevención debe empezar en casa y sobre todo con el ejemplo o se mandaran señales falsas o contradictorias. El hecho de que beban en casa no significa que jamás lo harán fuera.
No podemos excusarnos y culpar a factores ajenos como la publicidad, los amigos, la escuela, los antros y bares, el internet y las redes sociales porque estos siempre estarán y es una realidad que el alcohol esté al alcance de los jóvenes. Es por eso que creemos que es mejor que la educación sea recibida primeramente en casa y claro que también complementada por la UIA en este caso.
En los últimos años se ve con más frecuencia a menores con problemas de adicción; el alcohol, de la mano del tabaco – y seguido de cerca por otras sustancias adictivas-, se consume entre los jóvenes en México cada vez iniciando a menor edad (12 a 14 años). Ellos aceptan que toman por convivir, por el efecto placentero del sabor y la sensación que produce; lo hacen en reuniones, en sus coches etc… ¿Pero en realidad sabemos porque toman los jóvenes? Podemos reflexionar de distintas maneras la respuesta a esta pregunta. Podríamos argumentar que México tiene un historial alcohólico cultural en donde se brinda por cualquier ocasión y se ve totalmente normal o cotidiano. Agregándole que todo el contexto se da para que los jóvenes tomen, ya que existen ofertas de bebidas alcohólicas a pocos pasos de las escuelas y universidades, en fiestas, en centros nocturnos y hasta en casa. También hay flexibilidad por parte de los padres y los medios y la publicidad también están siempre presentes haciendo que el tomar sea cada vez más atractivo, normal y fácil para un joven.
En México los motivos que los jóvenes expresan para consumir alcohol varían de acuerdo a la edad: los adolescentes, por ejemplo, dicen que en un 71% lo hacen por convivir. Los jóvenes estudiantes de licenciatura señalan en 31% que lo que buscan es el efecto placentero del sabor y la sensación producida por el alcohol. En cuanto a la edad de los adolescentes, se observa que el porcentaje de consumidores de 14 años o menos, es casi la mitad en relación con los que tienen 18 años o más.
Por otro lado, si hablamos de alcoholismo el joven cree que ya son palabras mayores, del vagabundo de la esquina pero nunca de él o ella o alguien de sus amigos. El título suena muy fuerte y si les hablamos de eso creen que ellos no son el público objetivo. Pero la realidad es que existen alcohólicos en grandes cantidades entre los jóvenes mexicanos porque beber más de cuatro copas en cada ocasión en caso de ser hombre, y más de tres copas en caso de ser mujer, es señal de que no se tiene control con el alcohol y que hay ya un problema de alcoholismo.
Nos hemos dado cuenta que muchos jóvenes creen que el auto control se refiere a dejar de beber de domingo a jueves, pero sí en fines de semana que es más aceptado socialmente. El autocontrol esta en cada ocasión, el no sobrepasar el límite de copas y no ser “borrachos explosivos” que toman mucho en poco tiempo. La juventud de hoy si ya ha decidido tomar debe aprender a tomar en horas fraccionadas.
La tendencia de los jóvenes que beben sigue aumentando, tanto en hombres como en mujeres, y nosotras entendemos la situación ya que somos parte de ella, somos alumnas de la UIA y nos ha tocado tener experiencias tanto buenas como malas acerca del alcohol en jóvenes. Como jóvenes hemos estado rodeados siempre de campañas en contra del alcohol, mensajes que dicen que no tomes o te vas a morir, que no tomes y manejes etc, sin embargo creemos que es algo que los jóvenes ya lo saben y sin embargo siguen tomando e incluso siguen manejando. Nosotras creemos que para nuestra comunidad el mensaje inicial adecuado es que "El método no está en dejar de beber, sino en saber tomar y si se decide hacerlo, hacerlo con responsabilidad.”
- Estadísticas de alcoholismo entre las y los universitarios de la UIA
Después de realizar una encuesta a los recién ingresados de la UIA se obtuvieron los siguientes resultados en cuanto al alcoholismo. A diferencia del bajo consumo de tabaco, el 84% ingirió alguna bebida alcohólica en el último mes con una regularidad de una vez a la semana (29.5%), dos o tres veces por semana (22%) y otros una vez a la quincena (17%). La intensidad de la ingesta, calculada por el número de veces que en el último mes bebieron más de cinco tragos por ocasión de consumo, fue de un día (17.5%), dos (10%) y entre tres y cinco días (17.5%); el 43% no consumió con esa intensidad en ninguna ocasión durante el último mes.
El 8% de los estudiantes de primer ingreso se subió a un coche en el cual el conductor estaba en estado de ebriedad durante el último mes y el 5% manejó en ese estado durante el mismo periodo de tiempo. El 3% señala que vive con algún familiar con problemas de alcoholismo.
Estos resultados resaltan la problemática que queremos abordar, podemos darnos cuenta que dentro de nuestra comunidad la mayoría tiene una alta frecuencia de consumo del alcohol, es por eso que creemos importante concientizar a estos jóvenes a tomar pero con moderación.
Creemos que en nuestra comunidad universitaria se ha expuesto de manera abierta y liberal el problema, podemos recordar que se han hecho ya varias campañas, platicas foros de discusión y conferencias a lo lago de los años, sin embargo opinamos como alumnas y parte de esta comunidad que no hay un seguimiento al tema. Son campañas esporádicas y con poca difusión. Creemos que deberían ser más constantes para que todos los alumnos se enteren y no solo unos cuantos.
Nosotras recordamos mucho la campaña de los autos chocados dentro de la UIA y hemos escuchado incluso de gente fuera de la comunidad que se entero. Creemos que fue una manera muy impactante de comunicar un mensaje y es por eso que es recordado, sin embargo debemos admitir que ni nosotras ni nuestros compañeros hemos acudido a informarnos o participar en algo relacionado del tema. Ni siquiera sabíamos cómo o en dónde solicita ayuda dentro de la universidad. Esto está mal, ya que alguien que necesita ayuda ni siquiera sabe que puede ir a su propia Universidad.
Estamos de acuerdo que al final del día la responsabilidad por beber en exceso y padecer sus graves consecuencias es de los jóvenes, pero creemos que esta responsabilidad es compartida con los padres de familia, ya que son ellos los primeros que deben educarlos e informarlos sobre el tema.
El rol que toman los padres sobre este asunto será primordial en el comportamiento que tengas los hijos. Existe el típico ´prefiero que tomes en la casa que en la calle´ y ´dale de tomar para que aprenda´, por parte de los padres lo cual no llevaran a nada bueno. La prevención debe empezar en casa y sobre todo con el ejemplo o se mandaran señales falsas o contradictorias. El hecho de que beban en casa no significa que jamás lo harán fuera.
No podemos excusarnos y culpar a factores ajenos como la publicidad, los amigos, la escuela, los antros y bares, el internet y las redes sociales porque estos siempre estarán y es una realidad que el alcohol esté al alcance de los jóvenes. Es por eso que creemos que es mejor que la educación sea recibida primeramente en casa y claro que también complementada por la UIA en este caso.
Tu Sitio Web Gratis
© 2025 Conoce tus limites, disfruta la noche...02487